domingo, 1 de febrero de 2015

La meditación: una herramienta, una disciplina, que podemos incluir en nuestra práctica diaria, una parte de nuestra vida.

Es cierto y cada vez más estudios soportan los efectos positivos de la meditación, de actividades meditativas que ejercen un efectos a nivel fisiológico en nuestro cuerpo.

Desde el aspecto cardiovascular, los estudios han mostrado sus efectos positivos, relajando y disminuyendo la reactividad, mejorando por ejemplo las cifras de tensión arterial.

De igual manera, se ha observado mejoras en pacientes con estados depresivos, mejorando la evolución de los pacientes junto con su terapia médica.

Durante la meditación entramos en una pausa que nos permite acceder a estados de consciencia intuitivos, momentos de paz, de alegría junto con una serie de cambios físicos como la liberación de endorfinas, que nos produce esa sensación de bienestar.

Una vez comenzamos a hacer de la meditación una práctica diaria, nuestro cuerpo comienza a percibir sus beneficios y realmente comenzamos a extrañarla cuando no la realizamos.

Te invito a que hagas de tu vida una meditación, no solo en situaciones puntuales, grupales, sino que cada acto de tu vida, pensamientos, trabajos, situaciones cotidianas se conviertan en eso...una meditación activa en tu ser.





Bibliografía
Pavlov et al. Impact of long-term meditation practice on cardiovascular reactivity during perception and reappraisal of affective images.  2015 Jan 9

Jain F.A. et al. Critical Analysis of the Efficacy of Meditation Therapies for Acute and Subacute Phase Treatment of Depressive Disorders: Systematic Review.  2014 Oct 22


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