El toroide o tubo toro, es una figura geométrica construida con espirales doradas, circunscrita en una esfera, semejante a una dona. Es una energía que fluye constantemente, que envuelve el cuerpo. Tiene una entrada y salida que permite la regulación de la energía.
El toroide es como un escudo protector que podemos activarlo y ayudarnos a mantener nuestro equilibrio electromagnético.
Constantemente estamos expuestos a frecuencias y estas a su vez generar alteraciones en nuestra salud. El toroide nos permite reestablecer ese ordenamiento y ayudarnos a tener una alineación.
Para activar nuestro toroide podemos utilizar una pequeña meditación y visualización; en la medida que se practique constantemente tendremos una mayor percepción y sensibilidad a este campo.
Para hacer este pequeño ejercicio vamos a estar de pie o sentados, en un lugar tranquilo, relajados, cerramos los ojos y sentimos:
1. Subimos la energía por nuestros pies, rodillas, pelvis, abdomen, tórax, corazón, garganta, cabeza y dejamos que salga la energía recuperándola por los pies.
2. Subimos la energía nuevamente hasta la cabeza la dejamos salir y la recuperamos por los pies nuevamente.
3. Subimos la energía nuevamente hasta la cabeza la dejamos salir y la recuperamos por los pies nuevamente.
4. Abrimos los ojos, nos permitimos sentir lo que nos corresponda.
Al menos dibujamos el toroide 3 veces como ha sido mencionado. Repita el ejercicio cada vez que se sienta cansado, con stress o simplemente como una práctica meditativa.
El toroide es como un escudo protector que podemos activarlo y ayudarnos a mantener nuestro equilibrio electromagnético.
Constantemente estamos expuestos a frecuencias y estas a su vez generar alteraciones en nuestra salud. El toroide nos permite reestablecer ese ordenamiento y ayudarnos a tener una alineación.
1. Subimos la energía por nuestros pies, rodillas, pelvis, abdomen, tórax, corazón, garganta, cabeza y dejamos que salga la energía recuperándola por los pies.
2. Subimos la energía nuevamente hasta la cabeza la dejamos salir y la recuperamos por los pies nuevamente.
3. Subimos la energía nuevamente hasta la cabeza la dejamos salir y la recuperamos por los pies nuevamente.
4. Abrimos los ojos, nos permitimos sentir lo que nos corresponda.
Al menos dibujamos el toroide 3 veces como ha sido mencionado. Repita el ejercicio cada vez que se sienta cansado, con stress o simplemente como una práctica meditativa.
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