viernes, 31 de enero de 2014


Cree en los milagros
El tabaco es conocido por todos como un tóxico que nos altera nuestro estado de salud. Lo más importante al hacer este cambio es preguntarnos:
¿Estoy dispuesto a hacer el intento de abandonar el tabaco?

Todo comienza por tomar la decisión y recobrar las riendas de nuestra vida. Es tener la intención, antes de iniciar cualquier terapéutica, porque si no queremos, no tendremos éxito en este propósito.

Para hacer el cambio es aconsejable elegir las principales razones para abandonar el tabaco, esto nos permitirá hacer una "fotografía" de cómo estamos.

Algunos ejemplos son los siguientes, sin embargo podemos encontrar otras razones personales.
  • Desaparecerá mi tos.
  • No me fatigaré tanto.
  • Me sentiré más ágil al subir cuestas o escaleras.
  • Mejorará mi circulación.
  • Tendré menos palpitaciones.
  • Padeceré menos catarros y resfriados.
  • Mi piel estará más tersa y suave, con menos arrugas.
  • Recuperaré el gusto y el olfato.
  • Desaparecerá el mal aliento de mi boca.
  • Mi ropa no tendrá un olor a tabaco.
  • Mejorarán mis relaciones sexuales.
  • Reduciré el riesgo de sufrir cáncer.
  • Mejorará mi calidad de vida.
  • Aumentará mi autonomía personal.
Coloca esta lista en un lugar bien visible que te sirva de alerta y refuerce tu decisión. 

Como seres humanos tenemos la capacidad maravillosa de decidir que paso damos, y comprender que somos gestores de nuestra propia salud, pero no es tan fácil cuando nuestro cuerpo se acostumbra a tener un nivel de nicotina "normal" que altera nuestra función cerebral y por lo tanto pensamos que "no podemos vivir sin el tabaco" aunque conozcamos los daños que nos producen...

Todo depende de ti...... Los profesionales que ayudan a los pacientes a abandonar el tabaco tienen un compromiso de acompañar, de apoyar para evitar esos efectos que se pueden presentar al tener una abstinencia de la sustancia, pero lo más importante es que la decisión sea de la persona. No es del profesional en salud ni de la familia, aunque estos últimos sean parte clave en el tratamiento. 

Existen diversas estrategias de apoyo para esto: algunas orientadas a disminuir la ansiedad que se puede presentar al abandonar el tabaco. Entre estos se encuentra:
  • Uso de la auriculoterapia, cuyos efectos son excelentes en mantener al paciente un poco menos ansioso para evitar volver a fumar. 
  • Otras terapéuticas buscan evitar esos síntomas difíciles que pueden ocurrir al no tener la nicotina en nuestro organismo como son los medicamentos
  • Uso de elementos con baja cantidad de nicotina como parches, chicles o el spray bucal (terapia sustitutiva de nicotina). 
  • También disponemos de otras herramientas como lo es el uso de la terapia de apoyo con quantum scio, el cual dispone de un programa específico para el abandono del tabaco.
  • Todas son herramientas maravillosas adaptadas a cada ser, a cada individuo que según su historia y necesidad se utilizaran pero partiendo siempre de la decisión personal de querer abandonar el tabaco. 
Confía en ti, en tu capacidad de tomar el camino que te ayude a tener una mejor salud...ahí estaremos para acompañarte... 
No pienses que nunca más podrás volver a fumar. ¡Preocúpate sólo de hoy!

Dejar de fumar y no engordar es posible. Para lograrlo debes reducir la ingesta calórica, incluyendo una mayor proporción de frutas y verduras en la dieta, e incorporar a tus hábitos la práctica regular de ejercicio físico.

Nota: Existe una intensa asociación dosis-respuesta entre la intensidad del asesoramiento y el éxito en el abandono. En general, cuanto más intensa es la intervención, mayor es la tasa de abstinencia. Los tratamientos pueden hacerse más intensivos aumentando el número de sesiones de tratamiento.



miércoles, 15 de enero de 2014

El pulmón es el órgano que según la medicina tradicional china reina el elemento metal. Es el gran guardián y custodio de los ideales, pero también de los recuerdos.

Es frecuente encontrar personas quienes piensan que todo tiempo pasado fue mejor, sin poder ver claramente el futuro. En ellas, la energía del pulmón puede estar afectada. Esto mismo puede ocurrir en personas con duelos patológicos en quienes la melancolía toma las riendas de la vida.

Por esta razón el pulmón debemos cuidarlo, tener presente realizar una respiración consciente. Comprender que en cada inhalación tomamos la vida y al exhalar liberamos aquello que ya no nos pertenece.



¿Cómo hacer una respiración consciente?
Para esto no necesitamos estar en un lugar silencioso o meditativo, simplemente donde te encuentres. La respiración ha de ser pausada y ritmica, re-cordándole al cuerpo la necesidad de su ritmo. A su vez, esta respiración te brindará alivio, relajación y permitirá que tu cuerpo trabaje correctamente.

Respira por la nariz te permitirá humidificar el aire y filtrarlo.
A su vez, esta respiración hace que trabajemos el diafragma, el cual es una barrera natural que no debemos olvidar ya que es fundamental para muchos procesos de nuestra vida.

Podemos utilizar la respiración diafragmática o abdominal, que consiste en descender el diafragma concentrándonos en llevar la respiración hacia el abdomen. Es la forma de respiración que más alivio y relajación produce. Para esto llevamos una mano a nuestro torax y sentimos el amor incondicional al de nuestra mano con nuestro corazon. La otra mano la llevamos al abdomen. Al inhalar debemos tratar de sentir como se mueve nuestra mano sobre nuestro abdomen y la del torax deberá permanecer tan quieta como sea posible. Al exhalar podemos ayudar al movimiento con nuestra mano sobre el abdomen y nuevamente la del tórax deberá permanecer sin movimiento en la medida de las posibilidades.
El abdomen no tiene que expandirse mucho, su movimiento ha de ser suave, pausado, lento y ritmico.

Para ayudarnos podemos hacer una respiración consciente abdominal de la siguiente forma:

  • Inhalamos trayendo a nuestro corazón un recuerdo que nos llene de mucho amor (los ojos de nuestros hijos, nuestras mascotas, nuestro lugar favorito)
  • La inhalar contamos hasta 4, a tu ritmo
  • Hacemos una pausa inhalatoria de contando hasta 4
  • Exhalamos contando hasta 4
  • Hacemos una pausa exhalatoria contando hasta 4