viernes, 23 de junio de 2017

Posiblemente nuestra vida gira en torno al juzgar, pero lo más difícil aún puede ser el intentar no juzgarnos a nosotros mismos.

Acompañar al otro, a-compasar al otro significa aceptarlo total y completamente más allá si estamos o no de acuerdo con su forma de actuar.

¿Cómo observas al otro? ¿Cómo te observas a ti mismo?

Recuerda las infinitas posibilidades que desde la luz existen para nosotros como seres humanos. Si comenzamos por no juzgarnos, por observarnos desde el amor, vibraremos en esa frecuencia maravillosa que nos permite vivir en la sinfonía de la vida.

Pregúntate: ¿Hoy en que vibración quiero estar?

Ejercicio:

Para empezar el día, antes de levantarte busca un pensamiento armónico, un pensamiento que te llene tu ser. Los ojos de tus hijos, de tus mascotas, tu pareja, un paisaje, el canto de los pajaritos. Una vez entres en esta resonancia repite en tu interior: Yo soy amor. Y...comienza tu día.
Es un ejercicio que solo gastarás un minuto pero que repercutirá en todo tu día.