Todo comienza por tomar la decisión y recobrar las riendas de nuestra vida. Es tener la intención, antes de iniciar cualquier terapéutica, porque si no queremos, no tendremos éxito en este propósito.
Para hacer el cambio es aconsejable elegir las principales razones para abandonar el tabaco, esto nos permitirá hacer una "fotografía" de cómo estamos.
Algunos ejemplos son los siguientes, sin embargo podemos encontrar otras razones personales.
- Desaparecerá mi tos.
- No me fatigaré tanto.
- Me sentiré más ágil al subir cuestas o escaleras.
- Mejorará mi circulación.
- Tendré menos palpitaciones.
- Padeceré menos catarros y resfriados.
- Mi piel estará más tersa y suave, con menos arrugas.
- Recuperaré el gusto y el olfato.
- Desaparecerá el mal aliento de mi boca.
- Mi ropa no tendrá un olor a tabaco.
- Mejorarán mis relaciones sexuales.
- Reduciré el riesgo de sufrir cáncer.
- Mejorará mi calidad de vida.
- Aumentará mi autonomía personal.
Como seres humanos tenemos la capacidad maravillosa de decidir que paso damos, y comprender que somos gestores de nuestra propia salud, pero no es tan fácil cuando nuestro cuerpo se acostumbra a tener un nivel de nicotina "normal" que altera nuestra función cerebral y por lo tanto pensamos que "no podemos vivir sin el tabaco" aunque conozcamos los daños que nos producen...
Todo depende de ti...... Los profesionales que ayudan a los pacientes a abandonar el tabaco tienen un compromiso de acompañar, de apoyar para evitar esos efectos que se pueden presentar al tener una abstinencia de la sustancia, pero lo más importante es que la decisión sea de la persona. No es del profesional en salud ni de la familia, aunque estos últimos sean parte clave en el tratamiento.
Existen diversas estrategias de apoyo para esto: algunas orientadas a disminuir la ansiedad que se puede presentar al abandonar el tabaco. Entre estos se encuentra:
- Uso de la auriculoterapia, cuyos efectos son excelentes en mantener al paciente un poco menos ansioso para evitar volver a fumar.
- Otras terapéuticas buscan evitar esos síntomas difíciles que pueden ocurrir al no tener la nicotina en nuestro organismo como son los medicamentos
- Uso de elementos con baja cantidad de nicotina como parches, chicles o el spray bucal (terapia sustitutiva de nicotina).
- También disponemos de otras herramientas como lo es el uso de la terapia de apoyo con quantum scio, el cual dispone de un programa específico para el abandono del tabaco.
- Todas son herramientas maravillosas adaptadas a cada ser, a cada individuo que según su historia y necesidad se utilizaran pero partiendo siempre de la decisión personal de querer abandonar el tabaco.
Confía en ti, en tu capacidad de tomar el camino que te ayude a tener una mejor salud...ahí estaremos para acompañarte...
Dejar de fumar y no engordar es posible. Para lograrlo debes reducir la ingesta calórica, incluyendo una mayor proporción de frutas y verduras en la dieta, e incorporar a tus hábitos la práctica regular de ejercicio físico.
Nota: Existe una intensa asociación dosis-respuesta entre la intensidad del asesoramiento y el éxito en el abandono. En general, cuanto más intensa es la intervención, mayor es la tasa de abstinencia. Los tratamientos pueden hacerse más intensivos aumentando el número de sesiones de tratamiento.