domingo, 24 de mayo de 2015

En muchas ocasiones observamos los niños, que nos llama la atención su resonancia y la integración que logran de la información. Pero..¿qué sucede?




El color violeta es el color de 7 chacra o centro, situado en la coronilla y el azul índigo del 6 centro, frente o tercer ojo para algunos. Ambos colores están resonando con todos nosotros, pero en ocasiones al no estar centrados en nuestro ser esta dis-armonía del color, evidente en nosotros como adultos, no es percibida así por los niños. Los niños son armónicos por naturaleza.

Un color azul índigo o un violeta en un niño, le permite resonar en esa dimensión frecuencial del color.




Todos los niños tienen esa inmensa posibilidad, ausente de ruido que les permite ser sensibles a mucha información, Lamentablemente, llenos de "creencias" y"deberías", esa cualidad de sentir y ver se va perdiendo en algunos al no creer lo que ellos nos quieren decir. Te has preguntado ¿que sucede con sus amigos imaginarios?


Se habla de los "niños índigo", yo más bien creo que todos los niños tienen esa capacidad de sensibilidad aumentada que en algunos se opaca más temprano que en otros. No hay mejores ni peores, solo es una cualidad innata en el niño, que pasados los años olvidamos en la caja de las creencias y del debería ser.

Recupera tu niño interior, medita, establece una comunicación con tu ser.

  ¿Te imaginas que sucede con un niño a quien a temprana edad le enseñas a meditar?

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